"Viajar es descubrir lugares que se quedan en el corazón, donde cada rincón cuenta una historia única."
Explorar el mundo ha sido siempre una de mis mayores pasiones. Cada viaje es una oportunidad para sumergirme en nuevas culturas, caminar por calles llenas de historia y, sobre todo, descubrir esos rincones especiales que, de alguna manera, me hacen sentir parte de algo más grande. A lo largo de mis viajes, he encontrado lugares que han dejado una huella profunda en mí: desde ciudades antiguas cargadas de misterio, hasta paisajes naturales que parecen sacados de un sueño. Cada uno de estos rincones tiene algo que lo hace inolvidable, ya sea su belleza arquitectónica, su atmósfera única o simplemente la serenidad que se respira al estar allí. Estos lugares favoritos no solo son destinos, sino pequeñas joyas que he ido coleccionando en mi memoria, y que me inspiran a seguir viajando y descubriendo nuevas maravillas.
CRIPTAS REALES DE LOS AUSBURGOS. VIENA
Las Criptas Reales de los Habsburgo en Viena, conocidas también como la Cripta Imperial o Kapuzinergruft, son un lugar fascinante que refleja siglos de historia del Imperio Austrohúngaro. Bajo la imponente Iglesia de los Capuchinos, en pleno corazón de Viena, reposan los restos de más de 140 miembros de la dinastía Habsburgo, una de las más influyentes en la historia de Europa. Conocer este lugar en el que no habíamos estado anteriormente en ninguna de las otras tres visitas anteriores a Viena nos dejó maravillados.
Fundada en 1618 por la emperatriz Ana del Tirol, la cripta fue ampliándose con el tiempo para acoger a emperadores, emperatrices y otros miembros de la familia. Entre las tumbas más notables se encuentra la de María Teresa, la única mujer en gobernar los vastos territorios de los Habsburgo, quien yace junto a su esposo, Francisco I. Otra tumba que destaca es la del emperador Francisco José I, quien reinó durante casi 70 años, y la de su esposa, la emblemática emperatriz Sissi, famosa por su trágica vida y belleza inigualable.
Al caminar por sus galerías, uno no puede evitar sentir el peso de la historia. Los sarcófagos, decorados con detalladas figuras barrocas y neoclásicas, simbolizan no solo el poder y la grandeza de la monarquía, sino también la fragilidad humana. Cada tumba cuenta una historia, muchas de ellas marcadas por la tragedia y la pérdida. La vida de Sissi, por ejemplo, sigue conmoviendo a quienes conocen su triste destino.
Las Criptas Reales no solo son un lugar de descanso, sino un testimonio silencioso de la grandeza y el ocaso de un imperio que dejó una huella imborrable en la historia europea. En el silencio solemne de sus pasillos, resuena la memoria de los Habsburgo, una dinastía que, aunque poderosa, también fue profundamente humana.
LIBRERIA EL ATENEO. BUENOS AIRES
La Librería El Ateneo Grand Splendid en Buenos Aires es uno de los lugares más mágicos de la ciudad. Ubicada en un antiguo teatro neoclásico inaugurado en 1919, este espacio combina historia, arte y literatura de manera única.
Lo primero que impacta al entrar es la majestuosidad del lugar: el antiguo escenario, ahora un café acogedor, invita a los visitantes a disfrutar de un libro en un ambiente cargado de historia. Los palcos, donde antes se disfrutaban óperas y espectáculos, ahora están llenos de estanterías que albergan una inmensa variedad de libros, desde clásicos argentinos hasta las últimas novedades editoriales.
El techo abovedado, decorado con un espléndido mural que aún conserva su grandeza original, y las lámparas que cuelgan sobre el salón evocan la elegancia de otra época. Cada detalle arquitectónico cuidadosamente preservado añade un aire de nostalgia y reverencia.
Explorar los pasillos de El Ateneo Grand Splendid es como adentrarse en un laberinto lleno de nuevos mundos por descubrir. Esta librería no es solo un lugar para comprar libros, sino una experiencia sensorial que mezcla el amor por la lectura con el peso de la historia. Sentado en el café o explorando los palcos, uno siente que este lugar es más que una simple librería: es un tributo a la imaginación, la cultura y el arte que alguna vez compartieron el mismo escenario.
CATEDRAL DE SIENA
La Catedral de Siena, o Duomo di Siena, es una de las joyas más impresionantes de la arquitectura gótica italiana, y cada visita parece revelar algo nuevo. Al acercarse, la fachada de mármol blanco y negro —los colores simbólicos de Siena— cautiva al instante, con sus intrincados detalles, esculturas y mosaicos dorados que brillan al sol.
Al entrar, la majestuosidad del exterior se queda corta ante la riqueza del interior. Las columnas a rayas en blanco y negro crean un efecto visual deslumbrante, y los ojos son inmediatamente atraídos hacia el impresionante cielo estrellado pintado en el techo de la cúpula. El suelo de mármol, una verdadera obra maestra en sí mismo, cuenta historias bíblicas a través de mosaicos que parecen cobrar vida.
Uno de los momentos más sobrecogedores es encontrarse con la Biblioteca Piccolomini, un espacio adornado con frescos vibrantes que relatan la vida del papa Pío II. Su colorido y su luz hacen que el lugar parezca sacado de un sueño.
El ambiente dentro del Duomo es solemne, casi místico. La luz que se filtra a través de las coloridas vidrieras baña el espacio en tonos cálidos y suaves, creando un aura de serenidad. Visitar la Catedral de Siena es una experiencia envolvente, donde el arte, la fe y la historia convergen de manera magistral, y cada rincón parece guardar un secreto esperando ser descubierto.
POMPEYA
Pompeya, la antigua ciudad romana congelada en el tiempo por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., es uno de los sitios arqueológicos más fascinantes del mundo. Pasear por sus calles es un viaje al pasado, donde el esplendor y la vida cotidiana de la Roma clásica se revelan de manera sorprendente.
Los restos de casas, templos y tiendas, conservados bajo capas de ceniza volcánica, muestran detalles increíbles: desde los mosaicos que adornan los suelos de las villas más ricas, hasta las pinturas murales que aún conservan sus vibrantes colores. Los frescos de la Villa de los Misterios y los restos del anfiteatro ofrecen una visión del arte y la cultura de una ciudad vibrante en su apogeo.
Lo más sobrecogedor es la sensación de estar caminando por una ciudad en pausa, donde todo quedó detenido en un instante. Los moldes de los cuerpos de los habitantes de Pompeya, sorprendidos por la erupción, añaden una dimensión humana y trágica a la experiencia, recordándonos que, más allá de las ruinas, esta fue una ciudad llena de vida.
Cada rincón de Pompeya ofrece una historia: desde el bullicio del Foro hasta la intimidad de las casas privadas. Es un lugar donde la historia se siente palpable, donde el tiempo parece haber detenido su marcha para permitirnos atisbar cómo vivían —y morían— los antiguos romanos. Visitar Pompeya es un viaje inolvidable al corazón de una civilización perdida.
MUSEO D'ORSAY. PARIS
El Museo d'Orsay, ubicado en una antigua estación de tren a orillas del Sena en París, es uno de los museos más fascinantes del mundo, especialmente para los amantes del arte impresionista y postimpresionista. Inaugurado en 1986, el edificio en sí es una obra de arte, con su imponente reloj y estructura de hierro que conserva el espíritu de la estación original, la Gare d'Orsay, construida para la Exposición Universal de 1900.
Al entrar, lo primero que impresiona es la luminosidad del gran salón central, donde las obras maestras están dispuestas bajo el techo abovedado, creando un ambiente casi teatral. La colección del museo alberga algunas de las pinturas más icónicas del siglo XIX, con nombres como Monet, Renoir, Van Gogh, Degas y Cézanne entre los destacados.
Los colores y trazos vibrantes de los impresionistas capturan la vida cotidiana y los paisajes de una época que revolucionó el arte. Además de la pintura, el museo también exhibe esculturas, mobiliario y fotografía, brindando una visión integral de las artes decorativas de finales del siglo XIX y principios del XX.
Uno de los mayores atractivos del Museo d'Orsay es la espectacular vista de París desde su icónico reloj, un rincón perfecto para disfrutar de la ciudad. Visitar este museo es más que contemplar arte, es sumergirse en una atmósfera donde la historia, la arquitectura y la creatividad convergen en perfecta armonía. Un lugar imprescindible para cualquier amante de la belleza.
MACHU PICCHU. PERU
Machu Picchu, la emblemática ciudadela inca enclavada en lo alto de los Andes peruanos, es un lugar de asombrosa belleza y misticismo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta maravilla arqueológica, construida en el siglo XV, ha fascinado a viajeros de todo el mundo.
Al llegar, la primera vista de las terrazas verdes que se extienden por la ladera y las imponentes montañas que la rodean es simplemente sobrecogedora. La mezcla entre arquitectura y naturaleza parece casi sobrenatural, como si la ciudad hubiera surgido de la propia montaña. Los bloques de piedra perfectamente encajados, sin el uso de mortero, hablan de una ingeniería avanzada y una profunda conexión con la tierra.
Cada rincón de Machu Picchu tiene su propio misterio: desde el Templo del Sol, donde los incas rendían culto a sus dioses, hasta la Piedra Intihuatana, un reloj solar que aún sigue intrigando a los estudiosos. El ambiente es de reverencia, como si el lugar guardara un eco antiguo que resuena en el viento que pasa entre las ruinas.
El recorrido por sus senderos y escalinatas es también un viaje espiritual, un paso atrás en el tiempo que permite imaginar cómo fue la vida en esta ciudad sagrada. Ya sea bajo la luz dorada del amanecer o envuelto en la niebla matutina, Machu Picchu no solo impresiona por su majestuosidad, sino también por la paz y el sentido de asombro que despierta en cada visitante.
CHIADO DE LISBOA. PORTUGAL
El Chiado, en el corazón de Lisboa, es uno de esos lugares que te envuelven con su encanto desde el primer momento. Este barrio histórico combina lo mejor de la tradición y la modernidad, y eso es lo que más me atrae de él. Caminar por sus calles adoquinadas, rodeado de edificios elegantes de estilo Pombalino, te transporta a otra época, mientras que las tiendas, cafés y librerías que lo llenan de vida revelan una energía contemporánea.
Uno de mis rincones favoritos es la Librería Bertrand, la más antigua del mundo, donde se respira historia en cada rincón. Me encanta sentarme en uno de los muchos cafés clásicos, como el A Brasileira, famoso por haber sido el refugio de escritores y artistas, entre ellos el poeta Fernando Pessoa, cuya estatua preside la entrada y donde he fotografiado a Carmen y Ana. Allí, con un café en la mano, se puede disfrutar de la atmósfera única del lugar, un punto de encuentro entre el pasado literario de Lisboa y su vibrante presente.
El Chiado también es un lugar lleno de arte, con sus teatros y galerías, como el Teatro Nacional de São Carlos, que siempre me llama la atención por su elegancia y historia. Además, desde el Miradouro de Santa Catarina se obtiene una de las mejores vistas del río Tajo, lo que convierte cada paseo en una experiencia visual inolvidable.
Es esa mezcla de cultura, belleza y nostalgia lo que me hace volver al Chiado cada vez que vamos a Lisboa.
CIUDAD DE LAS CIENCIAS. VALENCIA
La Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia es un impresionante complejo arquitectónico que fusiona ciencia, naturaleza y arte en un entorno futurista. Diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava y el ingeniero Félix Candela, este conjunto de edificios icónicos se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad.
El complejo está compuesto por varios edificios emblemáticos. L'Hemisfèric, con su estructura en forma de ojo, alberga un cine IMAX, un planetario y una sala de proyecciones láser, ofreciendo una experiencia audiovisual inmersiva. Junto a él se encuentra el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, un espacio interactivo dedicado a la divulgación científica donde los visitantes pueden aprender sobre tecnología y ciencia de manera práctica y divertida.
Otro de los edificios destacados es el Oceanogràfic, el mayor acuario de Europa, que recrea diferentes ecosistemas marinos y alberga una impresionante variedad de especies acuáticas, incluyendo tiburones, delfines y pingüinos. Este espacio invita a descubrir la biodiversidad de los océanos y la importancia de su conservación.
El Palau de les Arts Reina Sofía es un majestuoso teatro de ópera y artes escénicas, que se erige como un centro de referencia cultural en la ciudad, ofreciendo espectáculos de ópera, teatro y danza de clase mundial.
El conjunto lo completan el Umbracle, un paseo ajardinado con esculturas y arte contemporáneo, y el Ágora, un espacio versátil para eventos y exposiciones. Este complejo es una joya arquitectónica y un centro de aprendizaje, cultura y entretenimiento para todas las edades.
FOROS ROMANOS. ROMA
El Foro Romano, que visitamos por primera vez en 2007 y era gratis la entrada, en el corazón de Roma, es uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo y un verdadero testimonio del poder y la grandeza de la Antigua Roma. Este vasto espacio fue el centro político, comercial y religioso del Imperio Romano durante más de mil años, y caminar por sus ruinas es como retroceder en el tiempo.
El Foro alberga algunos de los monumentos más emblemáticos de la historia romana. Entre ellos, destaca el Templo de Saturno, una de las estructuras más antiguas, cuya imponente fachada aún se mantiene en pie. También es notable la Basílica de Majencio y Constantino, un enorme edificio que fue uno de los principales centros judiciales y administrativos de la Roma antigua.
El Arco de Septimio Severo, un arco triunfal dedicado al emperador por sus victorias militares, sigue siendo un punto de referencia, y cerca de allí se encuentra la Vía Sacra, la calle principal que atravesaba el Foro y por donde desfilaban las procesiones triunfales.
Otro de los lugares fascinantes es la Casa de las Vestales, hogar de las sacerdotisas encargadas de mantener el fuego sagrado de Roma. Esta área es un recordatorio del importante papel de la religión en la vida cotidiana romana.
Cada rincón del Foro Romano cuenta una historia, y las columnas, templos y arcos que aún permanecen de pie son un reflejo de la inmensa influencia de Roma en la civilización occidental. Visitar el Foro es sumergirse en el corazón de la historia antigua y caminar por los mismos caminos que recorrieron emperadores y ciudadanos hace miles de años.
RAVENA CENTRO DEL ARTE BIZANTINO. ITALIA
Rávena, situada en el noreste de Italia, es conocida como el centro del arte bizantino en Occidente. Entre los siglos V y VI, esta ciudad fue capital del Imperio Romano de Occidente, y más tarde del Imperio Bizantino, lo que dejó una huella artística inconfundible que se conserva hasta hoy en sus monumentales iglesias y mosaicos.
Lo que hace de Rávena un lugar especial y por lo que fuimos expresamente a la Emilia Romagna, es su impresionante colección de mosaicos bizantinos, considerados algunos de los más bellos del mundo. Uno de los edificios más emblemáticos es la Basílica de San Vital, cuyas paredes interiores están adornadas con mosaicos brillantes que representan figuras religiosas y escenas imperiales con un detalle y colorido asombrosos. Entre ellos, destaca el famoso retrato del emperador Justiniano y su corte, una obra maestra del arte bizantino.
Otro monumento esencial es el Mausoleo de Gala Placidia, cuyo interior está cubierto de mosaicos que representan cielos estrellados y escenas cristianas, creando un ambiente de profunda serenidad. A pocos pasos se encuentra la Basílica de Sant'Apollinare Nuovo, que alberga una impresionante serie de mosaicos que relatan la vida de Cristo.
Además de su valor artístico, Rávena ofrece una experiencia íntima y tranquila, con su atmósfera de ciudad pequeña que contrasta con la grandiosidad de sus tesoros artísticos.
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Rávena es un destino imprescindible para los amantes del arte y la historia, un lugar donde el esplendor del Imperio Bizantino sigue vivo en cada mosaico.
TEATRO ROMANO DE TAORMINA. SICILIA
El Teatro de Taormina, en Sicilia, es una joya arqueológica única, tanto por su excelente conservación como por su ubicación espectacular. Construido por los griegos en el siglo III a.C. y ampliado por los romanos, este teatro servía para representaciones dramáticas y espectáculos de gladiadores. Pero lo que lo hace verdaderamente inolvidable es el paisaje que lo rodea.
Sentarse en sus gradas es una experiencia sensorial que te transporta a otro tiempo. El escenario, rodeado de antiguas columnas, enmarca un fondo impresionante: el brillante mar Jónico que se extiende hasta el horizonte, con el Monte Etna elevándose majestuosamente a lo lejos. El aire marino acaricia tu piel, trayendo consigo la frescura y el aroma salado del mar, mientras el calor del sol se refleja en las piedras antiguas.
Con cada respiración, sientes el pasado vivo, como si los ecos de las tragedias y comedias antiguas todavía resonaran en este espacio cargado de historia. El sonido del viento, la inmensidad del cielo, y el resplandor del agua bajo la luz cambiante del día te envuelven, creando una atmósfera casi sagrada.
Además del de Taormina, Sicilia alberga otros importantes teatros grecorromanos, como el Teatro de Siracusa, el Teatro de Segesta, y el Teatro Romano de Catania, cada uno con su propia historia y belleza, pero todos conectados por el legado de la Antigua Grecia y Roma.
EL DESIERTO DE LA HUACACHINA. PERU
El Desierto de Huacachina, en Perú, es un paisaje que deja sin aliento. Al llegar, te sorprende un vasto mar de arena dorada que se extiende hasta donde alcanza la vista, como si fuera un océano inmóvil bajo el sol ardiente. Entre las inmensas dunas se esconde un pequeño oasis verde, rodeado de palmeras y un lago de aguas tranquilas, un contraste surrealista en medio de tanta aridez.
El momento más emocionante del viaje llega con un recorrido en buggy por las dunas. Subir a estos vehículos todoterreno es como prepararse para una montaña rusa natural. A toda velocidad, el buggy atraviesa las dunas, subiendo y bajando por pendientes empinadas que te dejan con el corazón en la boca. El viento golpea tu rostro, y a cada salto y descenso, sientes una mezcla de adrenalina y asombro. En lo alto de una duna, la vista es impresionante: el desierto parece infinito, con suaves curvas de arena iluminadas por la luz del sol.
Al detenerte, el silencio absoluto te envuelve, roto solo por el suave silbido del viento. Luego, para los mas jóvenes lanzarse en sandboard por las laderas de las dunas es la guinda del pastel, un final perfecto para una aventura inolvidable en este mar de arena que parece sacado de otro mundo.
MUSEO EGIPCIO DE TURÍN. ITALIA
El Museo Egipcio de Turín, conocido como Museo Egizio, es uno de los más importantes del mundo dedicado exclusivamente a la civilización egipcia, superado solo por el de El Cairo. Fundado en 1824, alberga una de las colecciones más completas y valiosas fuera de Egipto, con más de 30,000 piezas que abarcan más de 5,000 años de historia. Su visita nos dejó perplejos por la riqueza arqueológica que atesora, que lo hace uno de mis rincones favoritos.
Desde el momento en que entras, te sumerges en la fascinante historia de una de las civilizaciones más enigmáticas de la humanidad. El museo ofrece una amplia variedad de objetos, desde sarcófagos bellamente decorados y esculturas monumentales, hasta delicados papiros y joyas. Una de las piezas más emblemáticas es la estatua del faraón Ramsés II, cuya presencia imponente cautiva a todos los visitantes.
El recorrido está organizado de manera cronológica, lo que permite una inmersión gradual en el mundo egipcio, desde el periodo predinástico hasta la época grecorromana. La colección de momias y sus ajuares funerarios es particularmente impactante, ya que ofrece una ventana directa a las creencias egipcias sobre la vida después de la muerte.
El Papiro de Turín, uno de los documentos más importantes para el estudio de la mitología y genealogía de los faraones, es otra joya destacada del museo.
Explorar el Museo Egipcio de Turín es un viaje en el tiempo que te permite apreciar la grandeza y el misterio del antiguo Egipto. Es un lugar imprescindible para los amantes de la historia y la arqueología, donde cada objeto cuenta una historia de un pasado fascinante.
MALL NATIONAL WASHINGTON. ESTADOS UNIDOS
El National Mall, en Washington D.C., es una vasta explanada verde que se extiende por casi tres kilómetros, bordeada por algunos de los monumentos y museos más icónicos de Estados Unidos. Es el corazón histórico, cultural y político del país, donde se celebran grandes eventos nacionales y se honra la memoria de sus líderes y momentos cruciales.
En un extremo se encuentra el imponente Capitolio, sede del Congreso, y en el otro, el solemne Lincoln Memorial, dedicado a Abraham Lincoln. Entre ellos, se eleva el majestuoso Monumento a Washington, un obelisco de mármol que rinde homenaje al primer presidente del país. Alrededor del Mall, museos de la Smithsonian Institution como el Museo Nacional de Historia Americana y el Museo Nacional del Aire y del Espacio ofrecen exposiciones gratuitas que abarcan arte, historia, ciencia y cultura.
Dentro del Mall, uno de los sitios más conmovedores es el Monumento a los Veteranos de Vietnam, un memorial compuesto por un largo muro de granito negro con los nombres de más de 58,000 soldados que murieron o desaparecieron en la Guerra de Vietnam. Diseñado por Maya Lin, el monumento invita a la reflexión con su sobria y emotiva simplicidad, ofreciendo un espacio íntimo de recogimiento. A su lado, el Monumento a los Veteranos de la Guerra de Corea y el Monumento a los Veteranos de la Segunda Guerra Mundial completan este tributo a quienes sirvieron en los principales conflictos bélicos del país.
Con su combinación de monumentos, museos y espacios abiertos, el National Mall es un símbolo del espíritu democrático estadounidense y un destino imperdible para quienes visitan la capital.